En 2018, el ex Presidente de la Nación, Mauricio Macri, firmó un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Esas tres palabras, que abreviadas suenan “FMI”, fueron escuchadas por primera vez por las y los argentinos en una radio en el año 1959. El Presidente Arturo Frondizi y el Ministro de Economía Alvaro Alsogaray anunciaban en un discurso oficial que el país había acordado con el Fondo. A partir de ese momento, Argentina firmó 21 acuerdos más. Sólo 2 se terminaron “cumpliendo”. El resto terminaron emparchados o derivaron en devaluaciones y crisis (2001). Sólo para ejemplificar: En Grecia, las y los habitantes vivieron más de 10 años con el Fondo en sus espaldas aplicando políticas de ajuste. ¿Qué pasó con las y los adultos mayores? En ese período, sus jubilaciones bajaron más de la mitad, aproximadamente de 55% a 60%. La misma historia, una y otra vez. 

Ese acuerdo firmado en 2018 fue inconstitucional porque en el Artículo 75, inc 7, la Constitución Argentina establece que toda negociación por fondos y créditos debe pasar por el Congreso. ¿Y entonces por qué lo evadió el Gobierno de Mauricio Macri? Porque sabía que no tenía consenso político. Así, cometió abuso de autoridad y contrarió a la Constitución, convirtiendo al acuerdo en nulo e ilegal. Un año más tarde, el ex diputado nacional Claudio Lozano y Jonatan Emanuel Baldiviezo, presidente del Observatorio del Derecho a la Ciudad, presentaron una denuncia por los delitos de incumplimiento de los deberes de funcionario público, abuso de autoridad y administración fraudulenta contra administración pública. Acusaron que la deuda contraída no tenía sentido porque el dinero ingresado del Fondo fue utilizado para pagar deudas y a la vez fugado. ¿Qué? Sí, así como leíste: “En todo el período de Macri, la fuga superó los U$S 83.000 millones. La intervención del FMI es simultánea a la aceleración de la fuga de capitales. Si el FMI prestó U$S 44.490 millones y en el país  se fugaron en el mismo período más de U$S 36.000 millones y se pagaron solo U$S 28.000 millones, el país tenía dólares propios para afrontar sus pagos y por lo tanto, el endeudamiento con el FMI carecía de sentido”, explicaron Baldiviezo y Lozano.

¿Pero qué es lo que hacen? Aquí va un pequeño glosario para entender de qué hablamos cuando hablamos de términos que al Fondo le gustan mucho:

Ajuste fiscal: Reducción de gastos del Estado.

Privatizaciones: Servicios públicos en manos privadas.

Reforma laboral: Menos derechos para las y los laburantes.

Reforma previsional: Menos plata para las personas mayores.

Mercados libres: Menos control del Estado sobre la economía.

¿Y entonces, qué es la deuda? Es mucho más que un fenómeno financiero, es una forma de dominación política. Si nos prestan plata no es sólo para cobrarnos intereses, sino para controlar nuestras decisiones como país. Con el derecho de desconocer la deuda, habrá que ver cómo nos fugamos de esta situación, en el buen sentido de la palabra. Y ponerle un punto final a esta historia que se repite, siempre, siempre, siempre, como tragedia. 

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