Vamos a hablar del caso de Roque, uno de los tantos que acompañamos en La Defe. El 5/9/2018, Roque se sometió a una operación quirúrgica en el Hospital Prof. Dr. Luis Güemes con el Dr. Castro tras haber sufrido un accidente de tránsito en agosto. Sufrió lesiones; tenía el húmero del brazo izquierdo quebrado, una fisura en la pierna y en la tibia de la otra pierna. Concurrió a los controles con normalidad, y manifestó al Dr. que le causaba impresión tocar el brazo y sentir la cabeza de los clavos, preguntándole por qué lo había dejado de esa forma. Roque sentía molestias y veía el brazo caído. El Dr. le respondió que era normal disponer los clavos de esa manera y que el brazo así también era normal. Solo le prescribió sesiones de kinesiología: realizó, al menos, 30 sesiones.
Cuando regresó al control médico, se enteró que el Dr. Castro no estaba disponible y la secretaria le pidió volver luego. Así, se retiró sin seguimiento médico y el hecho se volvió a repetir, cuando le informaron que el Dr. Castro había sido trasladado. Otra vez lo mismo: no hubo solución ni seguimiento médico a pesar de que éste le había asegurado que se encargaría de las gestiones con el Hospital para realizar la intervención. Nada.
2019 y no había respuestas, el Dr. Pardo indicó que debía hacerse otra operación pero le sugería comprar los insumos por su cuenta para asegurar la calidad y viabilidad. Roque es herrero y músico; después del accidente no pudo trabajar. Se endeudó para recuperar su brazo. Cuando debía realizarse los estudios inició el ASPO y los turnos fueron cancelados. Roque sigue al día de hoy sufriendo innumerables obstáculos cotidianos. Presentamos una carta al director del Hospital; es urgente una respuesta para este ciudadano que vio mermado su derecho a la salud, su autonomía, dignidad personal, el derecho a la información y a recibir un tratamiento médico adecuado.