Siempre es importante poder hablar. En esta oportunidad queremos abordar un tema complejo pero necesario. Las situaciones de abuso a niñes atraviesan a todas las clases sociales y son una problemática mundial. Entendemos que el tabú o miedo de hablar viene acompañado de muchos mitos: uno de los más reproducidos es que el abuso intrafamiliar sucede solo en algunas familias principalmente las más desfavorecidas por recursos materiales o simbólicos.

Lamentablemente todes les niñes puden sufrir abuso sexual en las infancias (por sus siglas ASI) y por eso es tan importante abordar esta problemática. La Educación Sexual Integral (ESI) es una herramienta fundamental para prevenir estas situaciones, ya que no solo habla de sexualidad llanamente, sino de valorar las emociones, reconocerlas cuando las sientan, comprenderlas y transitarlas; también abarca el conocimiento del cuerpo y el respeto por el cuerpo propio y de otres; trabaja el respeto por la diversidad y la perspectiva de género. La ESI es ley en nuestro país, no queda a criterio de padres, madres o educadores. Por eso, hay que respetarla y aprovechar las herramientas que puede brindarnos a la hora de prevenir, contener y acompañar a les niñes.

Es importante que le niñe que es víctima de abuso pueda acceder a un espacio terapéutico junto a les familiares (principalmente madres) que acompañan, fundamentalmente consultando profesionales de la salud mental y preferentemente especializades en infancias. 

Hay que prestarle mucha atención a les niñes, sus cambios en la conducta, palabras, acciones, actitudes y brindarles un espacio neutral con les profesionales. Es obligación de la ciudadanía proteger a las infancias y adolescencias y denunciar al abusador ante las instancias correspondientes. 

Estos hechos, en la legislación vigente, están considerados como un delito penal donde las penas varían entre seis meses y veinte años dependiendo de las circunstancias, edad de la víctima, vínculo con el agresor y elementos de coacción, entre otros. Mucha gente desconoce pero es necesario que sea cometido por un mayor de edad y el único requisito es que la víctima (por su edad) no haya podido consentir libremente la acción. Les menores de edad no pueden abusar sexualmente porque justamente son menores.

Si hay algo que llama la atención hay que consultar. Es incómodo, produce dolor y puede remover vínculos presentes y pasados. Nunca se soluciona nada callando. Hablarlo siempre es la primera salida. Al respecto, queremos recomendarles a todas las familias que escuchen, conozcan y por qué no canten esta canción del grupo Canticuenticos:  https://www.youtube.com/watch?v=mPN484uZm2g

También nos interesa problematizar la situación posterior a las necesarias denuncias y sobre todo el rol del estado. Entendemos que determinados actos pueden traer como consecuencia penas privativas de la libertad. Pero sabemos que las cárceles actuales no sirven para que nadie entienda que sus conductas causan daño a otras personas ni provocan un resguardo a futuro. Es nulo el rol de la cárcel como herramienta de prevención de delitos. Necesitamos que el estado actúe y priorice con recursos la prevención y formación al respecto de esta problemática y la detección y abordaje de estas situaciones. Necesitamos nuevas formas de justicia, rápida y eficiente que no conviertan en un calvario los procesos judiciales.

Necesitamos que se hable de esto porque queremos que las nuevas generaciones sean libres de este flagelo que ha causado enormes padecimientos a tantas infancias y vidas.