Esta semana recibimos a Irma Caupan Perriot, miembro del Movimiento de Mujeres y Diversidades Indígenas por el Buen Vivir, quien nos comentó acerca de cómo nació esta organización, cuáles son sus fundamentos principales y en qué situación se encuentran actualmente. El Movimiento de Mujeres Indígenas por el Buen Vivir nace en el 2013, con un idea madre: dar visibilización y voz a sus problemáticas. Al respecto Irma nos comentó: “No teníamos nada salvo la necesidad de marchar, presentar al Congreso un proyecto de ley que nos representará, escuchar a nuestras hermanas, que conocen los territorios y no que hablen en nombre nuestro sin saber de qué se trata estar ahí”. En el 2017 se abocaron al territorio. Para el 2018 comenzaron con los parlamentos tanto internos como externos para informar. Este recorrido fue muy extenso y vivenciaron situaciones complejas.
“El racismo es lo que más abunda en nuestro país”, expresa Irma. Esta es una de las tantas problemáticas que desde el movimiento abordan y luchan. Actualmente se encuentran con una fuerte campaña: #AboliciónDelChineoYa El chineo es una práctica que existe en la actualidad de la que se sabe muy poco. Esta práctica lleva siglos instaurada, y muchos la consideran “costumbre cultural” porque quienes la practican son criollos con cierto poder económico y social, como si esto fuese una condición para ser impune. Con esta impunidad y bajo un estado que mira al costado la “costumbre cultural” consta de violar, a modo de rito iniciático, la sexualidad de las niñas: “Las niñas viven en comunidades, las secuestran y las violan camino hacia la escuela donde se sabe que puede pasar. Hay muchísima desnutrición y quizás por una bolsa de comida se permite que pase, es sistemático sobre niñas indígenas. Hay toda una sociedad que lo silencia”, describe Irma.
No hay que irnos muy lejos en el tiempo para dar testimonio de que esto sigue sucediendo bajo la mirada de grandes poderes. De hecho, en julio se realizó el Festival Trichaco y para difundir la fecha el funcionario público del Ministerio de Educación y docente, Omar Cuellar, publicó una foto en donde se ve dos mujeres originarias representadas de manera sexista y violenta con la leyenda “el Trichacho te espera”.
En una comunidad en las que estas practicas siguen vigentes, el mensaje no puede leerse por fuera del contexto de la situación de mujeres de los pueblos originarios de la provincia que denuncian la práctica del chineo, o violación grupal de hombres criollos a las niñas y mujeres indígenas.
Desde el Movimiento de Mujeres y Diversidades Indígenas por el Buen Vivir realizaron un plenario en el que elaboraron un ultimátum al Estado argentino para la prevención y abolición del chineo, en el cual exigen:
1. Que se declare al chineo como crimen contra niñeces indígenas, equivalente a los crímenes más aberrantes contra la humanidad.
2. Que en tanto práctica racista y colonial, se declare como crimen imprescriptible, con todas las características que definen estos crímenes.
3. Que se responsabilice civil y penalmente e inhabilite a trabajar en territorios indígenas a empresas públicas y privadas que tengan empleados que hayan cometido esta aberración.
4. Que se procese, condene y se dé de baja deshonrosa a policías, gendarmes y/o militares que cometan estos hechos aberrantes a las niñeces indígenas y encubridores.
5. Que se responsabilicen civil y penalmente, expulsen y condenen a las instituciones, organizaciones de la sociedad civil y grupos religiosos que operan en territorio indígena y fueran cómplices directa e indirectamente de estas prácticas criminales.
6. Que la Justicia Ordinaria juzgue y condene sin excepción y sin reconocimiento de fueros a funcionarios públicos, de los tres poderes del Estado, que sean ejecutores de estas prácticas, cómplices o bien facilitadores de las mismas.
7. Que se proceda al embargo de los bienes de los violadores, para procurar la contención de la víctima según sus necesidades y cosmovisión.
8. Exigimos al Estado la creación de un Consejo Plurinacional de Mujeres y Diversidades Indígenas para la abolición del chineo, con estatus de secretaría y con fondos económicos pertinentes.9. Para desactivar los escenarios de complicidades que generan este crimen, se deben reformular los mecanismos de diálogo y representación entre los Pueblos Indígenas y el Estado, que tiene que reconocer y respetar nuestro protagonismo. Es por ello que exigimos que la representación de nuestras voces y derechos como mujeres y diversidades indígenas no esté tutelada por las voces de las masculinidades de los pueblos originarios.
10. Es determinante que cualquier legislación o medida que se tome para abolir el chineo contenga todos y cada uno de los puntos que consignamos, ya que han sido consensuados con la participación directa de las mujeres y diversidades de la mayoría naciones indígenas.
“La principal figura en este tema es el Estado que no se hace cargo”, concluye Irma, planteando que además es necesario que este tema ocupe un lugar en la agenda. Desde nuestro espacio es necesario que empecemos a generar visibilización , que expongamos sus reclamos y que sean elles quienes ocupen los lugares que les corresponden.
