No existen las casualidades en nuestro sistema judicial: Condenan a Cristina justo un día antes del aniversario de la Ley de Medios, esa con la que decían que el Grupo Clarín podría desaparecer. ¿Se acuerdan? 

Tampoco es casualidad que se haya conocido un escandaloso viaje hecho por jueces federales, funcionarios del PRO y empresarios de Clarín a la estancia de Joe Lewis justo este 17 de octubre. Y que no haya sido tapa. Como sí lo es ésta sentencia, escrita hace tiempo quien sabe si en CABA, en Lago Escondido o en la oficina de Magnetto.

Los símbolos, otra vez, lo son todo. La condena, la inhabilitación, y la guillotina sobre la cabeza de la líder política más trascendente de los últimos 50 años. La amenaza latente de una proscripción real y efectiva. Que no será, además, la primera de nuestra historia como país.

No importa demasiado a quién votes, a esta altura. La justicia hace tiempo expone desvergonzadamente que opera, decide y sentencia políticamente, sin importar cuán flexibles tenga que hacer a las leyes, la constitución y el sistema democrático mismo para ello. Separación de poderes, a veces y a dedo.

¿Se imaginan lo que hacen estos jueces, estos funcionarios, en las sombras? ¿Con los procesos de personas comunes y corrientes? A esta justicia nos enfrentamos cotidianamente acompañando a les laburantes, las mujeres que denuncian violencias, las familias a punto de ser desalojadas todos los días.

Ayer esta justicia volvió a llevarse puesta nuestra endeble democracia. Repudiamos con firmeza la descabellada sentencia a Cristina. Exigimos una reforma judicial YA, que nos garantice como sociedad menos show y obediencia a los magnates que pagan vacaciones vip y más garantías y derechos para todes.

Mientras nos preguntamos por qué algunes viajan en jets privados a nuestra patagonia mientras a Cristina intentan asesinarla y la persiguen judicialmente, desde La Defe sabemos algo: Movilizaremos en su apoyo las veces que sea necesario, porque ella viene con el pueblo.