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La pasión de los socios contra el mercado salvaje

By 12 noviembre, 2023Sin comentarios

Por Leandro Zerbatto

Durante este fin de semana se volvió a difundir un fragmento de una entrevista realizada por Alejandro Fantino hace más de un año al candidato liberal Javier Milei, en donde retoma una vieja idea iniciada, propuesta y militada por su ¿nuevo? acompañante político Mauricio Macri: convertir los clubes en sociedades anónimas deportivas.De River a Boca, de Rosario Central a Newells, de Chaco for Ever a Patronato, de Atlético de Rafaela a Estudiantes de Río Cuarto, de Laferrere a Flandria. De CABA, Gran Buenos Aires, Santa Fé, Chubut, Tucumán o Salta. De Primera División, de la B Nacional, B Metropolitana o Federal A. Clubes de todas las latitudes y categorías salieron a pronunciarse públicamente en contra de quien propone que pasen a ser entidades estrictamente lucrativas, intercambiables en el mercado.Los clubes en nuestro país son más que fútbol, son entidades civiles sin fines de lucro que nuclean diversas actividades deportivas, culturales y sociales. Son parte de la constitución y la identidad de un barrio, una ciudad o un pueblo. Son la identificación de distintas generaciones en una familia o de grupos de amigos. Y, sin dudas, son parte de la identidad que elige cada uno en un país tan culturalmente futbolero como el nuestro. Es la configuración del ser hincha como forma de presentarse en nuestra sociedad, sin importar los resultados (aunque Milei a eso no lo entienda).A las SAD no les interesa la tradición o la identidad. Tampoco les interesa el club sobre el que desembarquen. Quizás no les interesa en verdad el fútbol porque el fútbol es de plebeyos. Son solo un trampolín para los negocios de los que siempre tuvieron negocios. Las SAD no se preocupan por los colores, por la identidad, por los socios, por los hinchas; no son más que clientes.Tampoco les preocupa la formación de jugadores, la cultura de nuestro juego o el hecho de que muchos pibes y pibas de nuestro país lo necesiten para socializar, aprender a compartir, realizar actividades recreativas, formarse deportivamente o alejarse del consumo problemático y de las calles. No, a las SAD no les importa el rol que tuvieron nuestros clubes desde su fundación, tampoco sus fundadores y su historia. Las SAD quieren lo contrario a lo que pregona mi club, nuestros clubes, esos en donde se formaron los actuales campeones del mundo. “Un pibe más en el club es un pibe menos en las calles” no existe para las SAD, si ese pibe no les deja ganancia.La idea no es nueva. Mauricio Macri lo propone desde los 90, cuando era presidente de Boca Juniors, y luego durante su mandato presidencial, a través de sus socios en el fútbol. Los clubes y sus socios dijeron rotundamente que no, porque saben que su función excede al fútbol masculino, porque reconocen su función social, porque reconocen lo importante de la identidad de un nombre, los colores y el escudo.Hoy, como ayer, lo vamos a seguir diciendo: Los clubes son de sus socios e hinchas.