La semana pasada recibimos en la casa de La Defe a Anabel Cichero Lalli, Secretaria de Juventud de la Asociación Cultural Siria en Argentina. Con ella estuvimos conversando acerca del conflicto entre Palestina e Israel.

Desde la primera semana de octubre, cuando se produjo el primer atentado de Hamas en territorio israelí, el mundo se volvió solidario ante el hecho y cubrió todo el arco político- con algunas excepciones- además de una cobertura 24/7 por parte de los medios hegemónicos. Tal como dice en sus propias palabras Anabel “nadie en su sano juicio puede estar a favor de la matanza de civiles”, lo que sí reclama es la misma visibilidad y acción en favor del pueblo palestino que viene sufriendo atrocidades hace más de 50 años, pero nadie ve, nadie escucha, nadie cubre porque el lobby mediático mundial solo se delimita en una sola campana que nunca respetó los tratados internacionales que están firmados hace décadas.

Uno de los conceptos que más prevalece en los medios es que cuando algunas personas se manifiestan a favor del pueblo palestino, se los tilda de antisemitas, una contradicción bastante grande teniendo en cuenta que responde a los orígenes de diversas lenguas y no a un concepto religioso que esté ligado al judaísmo. “Le cambiaron el significado a la palabra semita porque tiene un origen lingüístico como lo es el latín y se derivaron muchos idiomas”, comenta Cichero Lalli.

Justamente hablar del conflicto a partir lo religioso es algo errado, ya que responde a lo culturar y no a lo político- expansionista como en este caso.

 “Hay una lógica de colonialidad. Hablamos de que Israel no es un Estado, sino que es un régimen. Y ese régimen se sostiene a partir de una lógica de apartheid que parece una palabra muy abstracta, pero en realidad también está institucionalizado”

Para entender el conflicto, es necesario conocer su historia. Para esto Anabel nos hizo un repaso breve sobre los aspectos fundamentales para tener en cuenta:

La limpieza étnica no la esconden. La propia Anabel nos cuenta que hace tan solo unos días desaparecieron familias enteras de las que no quedó ni, literalmente, el apellido:

¿Y qué podemos hacer desde un lugar tan lejano? Existen diversas acciones, una de ellas es la disfusión,pero también el boicot a algunas empresas que soncómplices de la matanza y el ocupamiento.

No es momentos de ser tibios ante un tema que lleva años en conflicto, violencia y muchísima sangre derramada. Posicionarse a favor de Palestina es posicionarse del lado de un pueblo oprimido que puede desaparecer en tanto Israel siga avanzando con todos los avales internacionales.