Brasil, Perú y Colombia comparten igual que Argentina, Brasil y Paraguay una triple frontera. La primera se mezcla con el Río Amazonas. La segunda la delimitan el Iguazú y el Paraná.
¿Por qué tendrán mala fama nuestras fronteras?
Veamos.
1er acto: Brasil.
El domingo pasado grupos armados de bolsonaristas tomaron por la fuerza la sede de los tres poderes del país, en Brasilia. El bolsonarismo, militante de la violencia y el odio, intentó dar un golpe de estado contra Lula. A pesar de la connivencia de sectores de poder dentro y fuera de las fuerzas de seguridad con el ataque, por ahora no pudieron.
2do acto: Perú.
La crisis política y social es total. El país lleva 5 años sin un presidente que dure al menos dos en sus funciones. De los últimos 5 cambios presidenciales sólo 1 fue por elecciones democráticas. Los 4 restantes ocuparon su lugar por “Sucesión Constitucional”, algo así como que el congreso puede sacar y poner presidentes casi a su antojo, vulnerando la voluntad popular.
3er acto: Colombia.
Esta semana se descubrió y evitó un atentado contra Francia Márquez, vicepresidenta. El país sufrió en los últimos 30 años cuatro magnicidios de candidatos presidenciales progresistas, y un sinfín de atentados más. Francia es una mujer negra, jóven, de la zona más pobre del país y con un pasado de trabajadora doméstica inaceptable para los sectores privilegiados que pretenden seguir gobernando.
Latinoamerita
Por acá: deuda eterna, lawfare, jueces federales y ministros en lo de Lewis, operaciones, aprietes, intento de magnicidio. ¿Y la inflación? ¿Y las paritarias?
Nos quieren convencer de ser un continente partido, separado por fronteras violentas e inaccesibles. Pero nunca fue ni es casualidad lo que sucede. Más de 500 años después el colonialismo primero y el imperialismo ahora siguen juzgando e interviniendo nuestras democracias y economías con sus medios “independientes”. Y si eso no funciona la fuerza será siempre la opción
Puede ser que sea enero y estemos de vacaciones escuchando Shakira. Pero siempre amerita (corresponde) que pensemos nuestro continente.
